Desde el mismo momento en que Dann Nova llega a las oscuras montañas, extraños acontecimientos comienzan a desencadenarse. Nunca pensó que tocar a la puerta de la mansión de Bamón le cambiaría la vida de manera tan radical. "El último trayecto del camino estuvo remendado de truenos, relámpagos y lluvia. Ahora que estoy frente al portón, después de un recorrido que se me hizo eterno, se han marchado de nuevo... El último ¡gong! se pierde lentamente a lo largo del túnel que he imaginado; al llegar el silencio, los goterones del aguacero me devuelven a la realidad que por desgracia estoy viviendo y que no era un sueño como por un momento llegué a creer. En el justo instante en que desaparece el ruido ahogado por la lluvia, siento de nuevo la presencia de alguien detrás de mí. Me doy vuelta y pego la espalda al portalón como si de esa forma pudiera protegerme de la figura que he vuelto a ver en un brillo de lluvia y que, ya no me cabe duda, me ha estado siguiendo durante el recorrido..."