Hasta el 2030 a.C., no se tienen noticias arqueológicas de un jinete a caballo. Aunque este tipo de uso de los équidos no tuvo trascendencia efectiva como acción de caballería, hasta el primer milenio antes de Cristo. Los Asirios (935-612 a.C.), contaban en su territorio con abundantes caballos, y por sus representaciones de bajorrelieves ornamentales: Nimrud y Nínive, alcanzaron un gran desarrollo en su cultura ecuestre. Además, los jinetes asirios, conducían a sus caballos con cabezadas dotadas de embocaduras rígidas. Sin embargo, los guerreros-jinetes Escitas, parece fueron los primeros en utilizar embocaduras articuladas. Esto supuso una innovación importante que se tradujo en el campo de batalla.