La historia se desarrolla en un maldito pueblo del estado de Michoacán, en México. Lola una psicóloga fracasada, Bataz el laudero infeliz y el judas de toda historia Israel Said Cortes, viven un triángulo de amor caótico y enfermizo fruto de los fantasmas del pasado y de una vida sin objetivos. Van por la vida buscando una miga de esperanza que los ayude a salir de ese agujero al que ellos llaman hogar, juegan todas sus cartas apostándole al amor, depositando su suerte y sus sentimientos en otra persona, esperando el milagro que lo cambiara todo aun que en la vida real nunca suele ser así. Dejan atrás sus sueños y su libertad y esto por supuesto los llena de miseria y arrepentimiento. Incorporan a su rutina aburrida y arruinada el alcohol y la farmacodependencia, tocando el fondo cuantas veces sea posible, mueren por episodios, cada fracaso representa una muerte para ellos, cada separación, cada deseo olvidado entre los cachivaches del día a día los consume por completo. Al final lo único que tienen para sostenerse en este mundo es el uno al otro y la necesidad de unir su soledad y juntar los trozos de sus vidas perdidas para hacer una historia de algo extraño parecido al amor.