Argumento de Travesías Nocturnas
A través de tres ensayos se exploran los vínculos que, en el límite de la experiencia, acercan la mística a la locura. En el primero, en un itinerario que va de Juana de Arco a Nicolás de Cusa y fray Juan de la Cruz, la constitución del sujeto místico radicará en responder a una voz. En el segundo ensayo, el interés de Bataille por los casos patológicos de automutilación señalará su obsesión por el interrogante de si una comunión entre los seres puede lograrse sin la locura de la autodestrucción del propio yo, y abrirse a una escritura sagrada que no sea la de una locura sublime, sino la de una locura ridícula, que no obstante logre comunicar. En el tercer ensayo, la interpretación de la santidad como síntoma, propia del siglo XIX y XX, hará de Teresa de Ávila la patrona de las histéricas.1