LA DÉCADA ABOMINABLE recoge la vida de un matrimonio residente en Barcelona, da comienzo en 1930 y su año de inicio es parte de la obra enmarcada en los incidentes y en los hechos históricos que tuvieron lugar en ese tiempo dramático que se vivió en nuestros país con énfasis en la Ciudad. En la portada se refleja el lugar en donde se sitúa la vida familiar de los protagonistas y una amalgama de las enseñas principales que incidieron en su destino y en el de miles de personas. La pareja protagonistas, Antonio y Ana, son dos seres humanos de convicciones alejadas de los estereotipos sociales y familiares del entorno que provenían a los inicios del primer tercio de siglo y se ven abocados al matrimonio cuando su vida como pareja era plena. Para sobrevivir, además del contexto expuesto, se tienen que enfrentar, Ana, al acoso de un pretendiente despechado por haber sido rechazado por ella, y, ambos, el matrimonio, a la permisividad política y social que dimanó de la anarquía, pasando por dos intentos de secesión de los políticos catalanes, de la creación del Frente Popular, las Patrullas de Control, los Tribunales Populares y sus Juicios Sumarísimos hasta llegar al abrazo del estalinismo en plena contienda bélica durante la cual se pusieron en marcha las detenciones y los paseos de ciudadanos que eran destinados a las checas ajenos a cualquier control legal y democrático. El estado social y político en medio del desorden, sumados al hambre y otros efectos de la guerra, agotaría la resistencia pasiva llegando a la mayor degradación y descomposición humana sin que ninguno de los gobiernos, el Central trasladado a la Ciudad, y el Autonómico pensando en algo distinto de vencer al enemigo, fiaron su mal hacer gubernamental al horizonte de mantener una escalada obstinada en el olvido a cualquier asomo de paz, piedad y perdón. Veinte años después de finalizada la guerra civil, el hijo mayor del matrimonio, terminados los estudios e iniciado el ejercicio de su profesión, se pone en marcha decidido a encontrar el nexo que condujo al desenlace fatal de sus padres, inicialmente en las zonas proclives de la Ciudad, entrevistando a compañeros de juventud de Antonio y de Ana, hombres y mujeres, hasta internarse en el campo reservado a la autoridades policiales. Con los datos extraídos de los recuerdos de unos y otras concluye que su respuesta puede hallarse en la misma senda lamentable a la que tuvieron que recurrir los republicanos vencidos y las autoridades de los dos gobiernos respectivos, y que no tuvieron sino un destino al otro lado de la frontera en donde hallaron refugio muchos de ellos, las tierras inmediatas de la Cerdaña francesa.