Esta gran zona se extiende al sur del centro. Se aconseja ir sin prisas y paladear los distintos barrios. Puede dividirse, a grandes rasgos, en dos partes: San Giovanni y Celio; y Aventino y Testaccio. Se empieza visitando la emblemática Basilica di San Giovanni in Laterano, elemento de referencia del barrio de San Giovanni. Una vez recorrida la basílica y la plaza circundante, se pone rumbo a Via di San Giovanni in Laterano en dirección al Coliseo. Antes de llegar al final, se encuentra la Basilica di San Clemente, un templo fascinante con unas apasionantes ruinas subterráneas. Desde allí, se puede cruzar hasta Celio, la tupida colina que despunta al sur del Coliseo. Más al sur se hallan las altísimas e interesantes ruinas de las Terme di Caracalla. Hacia el oeste, a la vera del Tíber, el antiguo barrio obrero de Testaccio es una meca del buen comer y una popular zona de marcha. Queda dominado por el monte Aventino, donde aguardan serenas iglesias medievales y una de las atracciones más curiosas de Roma: la famosa vista de la cúpula de San Pedro a través de una cerradura.
? Admirar el monumental esplendor de la Basilica di San Giovanni in Laterano. La basílica cristiana más antigua de la ciudad atesora un reverberante interior barroco.
? Maravillarse ante los colosales restos de las Terme di Caracalla.
? Disfrutar de una vista mágica de la cúpula de San Pedro a través de una cerradura camuflada.
Incluye: Basilica di San Giovanni in Laterano, Terme di Caracalla, Villa del Priorato di Malta, Basilica di San Clemente y Cimitero Acattolico per gli Stranieri, con consejos, los mejores restaurantes, los mejores bares y las mejores joyas ocultas.
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Amura