Este volumen presenta, en cuidada y doble edición (autógrafo y transcripción en limpio), lo que el poeta calificó como «mi primer libro completo», mixto de prosa y verso. En 1925 Prados se lo hacía llegar a Juan Ramón Jiménez, maestro suyo y de su generación. El autógrafo inédito llegaría un día, entre los papeles del poeta de Moguer, al Archivo Histórico Nacional (Madrid). Uno de los máximos hispanistas del momento presente, el profesor Christopher Maurer, lo ha rescatado, estudiado y sacado a la luz, situándolo en el decurso de la obra pradiana. Cuatro cartas, también inéditas, de 1924-25, contextualizan el libro por boca del propio autor, así como nos transmiten abundantes noticias de su pensamiento y proyectos.
Afirmaba Prados en una de sus cartas: «No tengo torre de marfil; al revés, he hecho que mi torre sea un prisma y en él recojo reflejos y colores, que barajo a mi manera». Bien valdría esta frase como aproximación a su Mosaico, poema-libro que se muestra y entrelaza en un laberinto de estampas, espejos y reflejos. En esta meditación sobre el tiempo en la que el tiempo se anula, Prados, «tesorero de sueños», labra y anuncia su gran poesía meditativa, una de las cumbres de la expresión lírica de este siglo.