Después de todo lo ocurrido Oly se ha mudado a la residencia Blume, donde coincide con muchos otros deportistas. Entre ellos, Macarena, su compañera de cuarto, una tenista a quien le gusta saltarse las reglas.
Junto a Maca y otros viejos y nuevos amigos, entre gymkhanas y charlas pendientes con Mario y Ardilla, continúa su entrenamiento hacia el Mundial y los futuros Juegos de Sídney.