Sophie es una muchacha polaca, dulce y de pálida hermosura que vive en una casa de huéspedes del Brooklyn de los años cuarenta junto a Nathan, un joven judío obsesionado por el pasado, y Stingo, el tercero en discordia, un joven procedente del Sur convencido de que llegará a ser un escritor de éxito. Tres personalidades que se relacionarán íntimamente en un ambiente en apariencia alegre y desenfadado, después de la guerra que ha azotado el mundo durante seis años. La historia de una sola persona puede reflejar la de millones de ellas. A través de la experiencia de Sophie, viva imagen de la tragedia del holocausto, Styron incita a meditar sobre las cualidades del ser humano, tanto del que sufre como del que castiga. Una poderosa reflexión acerca del extraño modo en que una persona intenta superar su pasado y cómo éste puede acabar minando sus ansias de sobrevivir. Estamos ante una novela que profundiza en la naturaleza del mal en el individuo y en el género humano. Styron puro.
Sufrir, escoger, volver a sufrir, encontrar en las tinieblas mismas algo (no será luz) que las justifique, las densifique, les dé su materia prima, la tierna materia negra de la cual todos estamos hechos: ahí está el genio de William Styron, en esa triste esperanza. MATHIAS ENARD
William Clark Styron Jr. (Newport News, Virginia, 1925 - Marthas Vineyard, Massachusetts, 2006). Tras su paso por los marines durante la Segunda Guerra Mundial, en 1947 se graduó en la Duke University y en 1951 irrumpió en el panorama literario con Tendidos en la oscuridad, que recibió el reconocimiento de la Academia Americana para las Artes y las Ciencias. Fue entonces cuando Styron se trasladó a París, hasta 1953, año en que contrajo matrimonio, regresó a su ciudad natal y publicó La larga marcha. Autor de diversos ensayos y relatos, fue en el género de la novela en el que alcanzó una mayor notoriedad y éxito. En 1960 publicó Esta casa en llamas, otra de sus mejores obras, y en 1968 ganó el premio Pulitzer con Las confesiones de Nat Turner, una obra sobre la esclavitud que suscitó una encendida polémica. Pero fue con La decisión de Sophie -distinguida con el American Book Award en 1980, adaptada al cine por Alan J. Pakula y protagonizada por Meryl Streep- cuando le llegó su consagración definitiva.