Esto, con sus faltas de ortografía y palabras mal escritas, es para sacar a la luz nuestras criaturas abisales, quitarnos el abrigo en invierno y la ropa que nos sobra en una noche de textos. Por todo eso que se nos ha derretido adentro, formando un gotelé para disimular este círculo imperfecto. «Daría la vuelta al mundo en ochenta besos, y me perdería entre tu cuerpo escribiendo más de ochenta versos.»