Yoni lo tiene todo. Ha superado a su padre y ahora el imperio de la droga que ha heredado es mucho más grande de lo que nunca ha sido. Ni Yoni ni su imperio tienen rival; y, por eso, ha decidido que conseguirá vivir para siempre. Lo único que se interponía en su camino era D?enrico. Sin embargo, ahora, cuando por fn ha conseguido superar también esa barrera, Yoni se encuentra con una pared mucho más grande, mucho más frme, mucho más terrorífca que todas las anteriores: el hijo de cuatro años de su rival. Es un niño pequeño y delgado. Ya no tiene familia ni tiene imperio ni nadie que luche por él. El niño no es nadie. El niño no puede hacerle daño. El niño no puede robarle la inmortalidad. El niño es muy pequeño, y Yoni es muy grande.