El amor y el destino se dieron la mano, Gabriel y Adriana con vidas paralelas que el caprichoso destino se encargo de unir. Lo mejor de la vida es gratis, Gabriel lo aprendió tal vez demasiado tarde pero supo apreciar esas pequeñas cosas que no tienen precio, que el dinero, la fama y el status son cárceles con barrotes de oro, descubrió lo que significa un nosotros conservando la individualidad de cada uno.