La respuesta neoliberal (más bien ultraliberal) a esta gran crisis que estamos padeciendo es una solución correcta y favorable para los países donde no hay crisis laboral ni de demanda gracias a su gran exportación (caso de Alemania y los llamados países europeos del norte), pero es clamorosamente incorrecta para los países que, como España, tienen un gran desempleo, una crisis de demanda interna y una balanza de pagos negativa.