Se inicia la narración en el siglo XIX, con énfasis en su segunda mitad. La vida de los personajes esta ligada a la historia del país en uno de sus períodos más calamitosos. La Guerra de Independencia, tres Guerras Carlistas, tres Guerras en Cuba, la pérdida de Puerto Rico, Filipinas, Las Marianas y Las Carolinas, además de dar fin a las posesiones en el continente Sur y Centroamericano, son una pauta que invita al lector a que abra su mente para que pueda imaginar como podía discurrir la vida en las ciudades, pueblos y campos de una nación empobrecida. Los personajes nacen y crecen en el rural, luchan por la supervivencia en el agro, buscan la válvula de la emigración, pero han de supeditar sus anhelos a una serie de obligaciones estereotipadas con la familia, el ejército, la sociedad y las costumbres atávicas. El protagonista emigra a una ciudad costera, de entre las mayores, más por impulso amoroso que por voluntad propia puesto que es joven, menor de edad y está inmerso en el lugar difícil de la precocidad. No es el único inconveniente para un pacifista, la milicia, a la que teme, le reclama y le escarmienta y, lo más temido, la guerra, le succiona y le castiga enviándolo a ultramar para defender a la patria a cambio de su vida. Unas tierras mal administradas por las autoridades españolas le esperan en plena lucha de los aborígenes por la abolición de la esclavitud y por el deseo de lograr la independencia en un clima tropical que contrasta con el de procedencia, la orografía del interior gallego, en las que les esperaba a todos los desplazados, a los desgraciados que servían en el ejército de los pobres, a cambio de que pudieran eludirlo, y sortearlo, los hijos de los poderosos, hacendados y acomodados que podían pagar los estipulado por su redención o sustitución a cambio del pago del importe establecido que, a su vez, era reutilizado para contratar a voluntarios a los que proporcionar el único aliciente, el dinero, que les hacía inclinarse a partir hacia el infierno del trópico en donde les esperaban todo tipo de enfermedades endémicas. La saga se compone de tres capítulos y este es el primero que el autor desarrolla encajado en el siglo decimonoveno y que parte de una bagaje histórico lamentable, a sumar a la revolución industrial, al marxismo, a la anarquía y a al nuevo fenómeno del estallido de la emancipación de la mujer y a su incorporación al mundo del trabajo. Doscientos años para escrutar una herencia que se descarna con estudios demográficos y sociológicos que nos ayudan a entender las consecuencias que existen dos siglos después de iniciada.