Como un pájaro herido, en mi memoria, estas rosas de papel que hoy libero, son aladas caricias de mis labios que inspiraron la tierra, el mar y el tiempo. Son etéreos fantasmas ignorados, que vestidos de absurdos pensamientos, renacen desde el sur de mi palabra libando mi memoria y mis secretos. Yo quisiera pintar con sus colores la caricia más alma de tus sueños, evocando, lector, la madrugada que avive la quietud de tus recuerdos