Al oído del Rey es el relato que hace un antepasado del autor, Joaquín de Mosquera, al rey Fernando VII, del que fue ministro, de las causas por las que el Imperio se desmembró. Junto a la torpeza y la estupidez de los realistas, las intrigas de las potencias extranjeras, en especial Inglaterra, aliada de España en la guerra contra Napoleón, y de los masones, aparecen las consecuencias de las guerras civiles, que han perdurado en algunas repúblicas hasta entrado el siglo XX. Victoria critica el comportamiento de una figura venerada en Colombia y Venezuela: Simón Bolívar. Las medidas para conseguir la independencia y la represión que Bolívar aplica a los realistas y los disidentes diezman la población del virreinato de Nueva Granada. Por eso, el autor califica al Libertador de genocida.
Al oído del Rey pone al alcance de los lectores españoles una narración atrevida y documentada sobre unos hechos generalmente ignorados entre nosotros. Si la paz fue el elemento más característico de los casi tres siglos de duración del Imperio español en América, las primeras décadas de las repúblicas independientes son guerras, golpes de estado y divisiones.